Viaje fotográfico a india
Mi reciente viaje fotográfico a India ha sido una experiencia transformadora, una aventura que ha cambiado mi percepción del mundo y de mí misma. A menudo, vivimos en nuestras burbujas, creyendo entender el mundo, pensando que conocemos las diferencias y las desigualdades que existen. Pero es sólo al sumergirnos en realidades distintas a la nuestra, cuando verdaderamente empezamos a comprender la magnitud de lo que no sabemos.
FOTOGRAFÍA EN INDIA: Una bofetada de luz
La India me ha tocado profundamente; ha sido un encuentro con lo sublime y lo crudo de la existencia humana. A través de mi lente, capturé momentos de una belleza indescriptible, bañados en una luz única que sólo este país puede ofrecer. Sin embargo, esta misma belleza convive con una dura realidad: una contaminación asfixiante que permea el aire y afecta cada aliento, y una lucha constante por la supervivencia que define el día a día de muchos de sus habitantes.
Contrario a lo que muchos podríamos pensar desde la distancia, la espiritualidad que envuelve al país no es sólo una faceta de su identidad cultural, sino también un refugio ante el estrés y las presiones de una sociedad marcada por la densidad poblacional y las divisiones de casta. La complejidad de la vida en la India me ha mostrado que muchas verdades que consideramos universales, allí se desvanecen en el aire.
FOTÓGRAFA DE DESTINO: viaje al corazón y el alma de la india
Sin embargo, entre estos contrastes, encontré una libertad desconocida, un espacio para ser y hacer que cuestiona nuestras propias restricciones. Este viaje no solo fue un recorrido por lugares icónicos, sino un viaje al interior, a la comprensión profunda de la vida y las personas.
No realicé un «model call» para mi Viaje fotográfico a India; preferí dejar que el destino me presentara a las personas correctas, en los momentos precisos. Así conocí a una pareja extraordinaria en el café Mimasa, un pequeño local de zumos en Udaipur huyendo del picante omnipresente. Artistas, bondadosos, unidos por el amor y la creatividad, me ofrecieron una visión diferente de la India, una que capturé en imágenes al amanecer, retratos que hablan más allá de las palabras.
Esta experiencia me reafirmó que viajar con un propósito, más allá del mero turismo, de sumergirse en la cultura y las vivencias locales, es un regalo invaluable que me brinda mi pasión por la fotografía.
un viaje interior
Pero este viaje fotográfico a India también fue íntimo, un tiempo compartido con alguien especial, explorando juntos su pasado en este país. Esas jornadas me permitieron conocerlo más profundamente, entender su esencia y fortalecer nuestro vínculo.
La India me enseñó que el verdadero viaje es hacia el interior, hacia la comprensión del otro y de uno mismo. Y por eso, estoy profundamente agradecida.